COLABORACIÓN DE ANGELINA
Os quiero contar algo sobre una feria muy grande de mi patria en Alemania que es la Renania, en el oeste del país. En toda esta parte de Alemania, en las grandes ciudades Düsseldorf y Colonia y también en los pueblos pequeños, seis semanas antes de Pascua la gente celebra el carnaval.
En mi presentación quiero centrarme en el corazón del carnaval alemán, que es el carnaval de Colonia (o como se llama también: la quinta estación). Esta estación es anunciada el 11/11 de cada año, que es un día extraordinario en Colonia. Gente de todo el país viajan a Colonia para vivir el espectáculo. Todos se disfrazan y hay fiestas en las calles, en los bares y las discotecas para todas las edades. Después de un día todo ha terminado y todo el mundo está esperando para los próximos festejos que tienen lugar en febrero y duran cinco días.
En febrero comienzan realmente las fiestas del carnaval. Muchas escuelas cierran el jueves y no hay clases hasta el martes. Además el lunes es incluso un día de fiesta oficial.
Por desgracia, el Carnaval de Colonia se asocia a menudo con alcohol y disturbios, por lo que muchos cogen las vacaciones. Si bien, el Carnaval de Colonia tiene una gran tradición e historia.
Como el miércoles después del Carnaval comienza la Cuaresma, la gente celebra en los días previos desde la Edad Media. Desde el siglo XVI hay bailes y desfiles. De hecho, hoy en día el, así llamado, “Rosenmontagszug” (el desfile que se organiza el lunes) no es sólo un desfile festivo, sino también un medio para mensajes políticos que tiene gran atención de los medios en todo el país.
Por cierto: no sólo celebran millones de personas. Estas personas también gastan millones de euros e impulsan la economía. Todos los hoteles de la ciudad están reservados, las ventas de la gastronomía ascienden y las tiendas venden más porque todas las personas están comprando trajes.
En resumen: un viaje al Carnaval de Colonia definitivamente tiene valor y es una experiencia inolvidable para todos que saben cómo hacer fiesta (aunque la música alemana no corresponde al gusto de todo el mundo).